Bienvenido Abril
Señor te entregamos nuestros corazones, somos tus hijos, redimidos por la sangre del cordero, coherederos con Cristo, no hay cosa que pase que no obran a bien a los escogidos tuyos, a los que aman tu nombre, a los que te buscan de día y de noche.
Levanto mis manos y declaro que mis hijos son benditos donde quiera que vayan